Desde hace unos días se dio a conocer que Camilo Blanes, único hijo de Camilo Sesto, fruto de su relación con la mexicana Lourdes Ornelas, ingresó nuevamente a rehabilitación, esto después de los preocupantes mensajes que compartió en sus redes sociales, aunado a su transición de género al cambiarse hasta el nombre e identificarse como mujer.
Camilo o Sheila, ha sido duramente criticado desde hace tiempo por su presunto consumo desmedido de drogas y alcohol, sin embargo a raíz de su nueva desintoxicación, algunos han recordado de la difícil infancia por lo que tuvo que pasar gracias a sus padres.
Y es que mientras algunos creen que la vida ha sido color de rosa y todo lo ha tenido en bandeja de plata, lo cierto es que Blanes creció sin una figura de autoridad realmente ya que eran pocas las veces que veía a sus progenitores. De hecho muchos recordaron el gran escándalo que fue el que Camilo Sesto reconociera casi un año después legalmente a su hijo.
En aquel entonces, hace 39 años casi, Camilo Sesto brillaba por todo el mundo y su música comenzaba a llevarlo a escenarios internacionales, por lo que tener un hijo realmente era mas un problema para él, sin embargo después de un año de insistencia por parte de Lourdes Ornelas, Camilo reconoció su paternidad de manera formal, eso sí, con algunas condiciones.
Algunas de las condiciones que Camilo Sesto puso fue quedarse con la patria potestad total del menor, algo que aún no tiene sentido para muchos, pues sabe que Camilo Blanes creció más con la familia paterna, es decir con sus abuelos, quienes vivían en Alcoy, España, lejos de su mamá y de su papá, que estaba constantemente en giras.
Aunque su mamá estaba presente de alguna manera en su vida, ella regresó a vivir en México, por lo que no tuvo un apego realmente con ella, , otra de las cosas que explicaría la conducta que tiene así a ella que muchas veces pareciera de rencor.
Esto ha generado debate, ya que algunos creen que justo es en esta infancia complicada, llena de lujos pero también de ausencias, en donde podría generarse el mayor conflicto de identidad y de adicciones que hasta ahora Blanes ha demostrado tener.