Los problemas para conciliar el sueño cada vez van en aumento y en personas mucho más jóvenes por las intensas presiones laborales del día a día o el uso excesivo de tecnología, así que el insomnio comienza a ser una constante.
Y aunque esta situación puede ir en etapas hasta llegar a un grado médico en donde la persona que lo padece tendría incluso que medicarse, la ciencia pide que antes de llegar a ese punto, intentes hacer las siguientes tres cosas para determinar tu gravedad, pues podría ser algo fácil de tratar...
1.- Ruido
En este punto es importante reconocer tu entorno a la hora de dormir, desde lo auditivo como apagar cualquier dispositivo ya sea televisión o música, hasta lo visual, como las pantallas de celulares o la luz de afuera que traspasa tus cortinas.
Lo ideal es mantener tu espacio para dormir en completa oscuridad y aislado de cualquier sonido que pueda perturbar tu descanso, pues esa frase de "dormí pero no descanse" puede atribuirse a estos elementos que perturban tu sueño.
2.- Comodidad
Este punto va un poco relacionando con el anterior, pero se trata más sobre tu comodidad al acostarte, pues debes estar en un lugar que te cause relajación física, así que si tienes años sin cambiar tu colchón puede ser el problema de insomnio, lo mismo con las almohadas, pues recuerda que hay de diferentes tipos y materiales, así que debes de ser muy estricto a la hora de escogerla, pues esta será tu arma especial para caer rendido.
Además de esto, intenta siempre mantener una buena limpieza de este espacio, escoger una buena fragancia de suavizante en tus cobijas y edredones hará que al momento de meterte a la cama desde ahí comience tu hora de relajación y satisfacción en todos tus sentidos.
3.- Respiración
Finalmente, según Healthline los ejercicios de respiración antes de dormir te ayudarán a relajar tu mente hasta el punto en que logres que todo el estrés y lo agitado de tu mente desaparezcan. Hay algunos videos en YouTube que te muestran cómo hacerlos y que seguro podrás aprenderlos muy rápido para que se vuelva un hábito nocturno, y ahora sí ¡A DORMIR!