El cantante Tony Bennett, considerado como el último gran 'crooner', perdió la vida este viernes a los 96 años. Fue el creador de éxitos como Blue Velvet y I Left My Heart in San Francisco, se había mantenido en activo hasta 2021, año en el que anunció su retiro definitivo.
La noticiafue confirmada por The Associated Press, que informa que Bennett murió en su ciudad natal, Nueva York. Pese a que no se indica la causa de su muerte, al artista se le había diagnosticado Alzheimer en 2016.
"La vida es un regalo, incluso con alzhéimer", dijo la el cantante estadounidense cuando reveló su enfermedad hace dos años.
Nacido como Anthony Dominick Benedetto en 1926 en una familia de inmigrantes italianos, Bennett pasó una infancia rodeada de pobreza en Queens, Nueva York. Su padre murió cuando él tenía 10 años, poco después de que empezara a cantar profesionalmente. De adolescente trabajó como camarero y cantante, ganando dinero para la familia antes de matricularse para estudiar música y pintura en la Escuela de Arte Industrial de Nueva York.
Tony llegó a lo más alto de su éxito por su particular forma de cantar; suave y murmurada, y sin proyectar la voz. Durante sus más de 70 años de carrera vendió más de 50 millones de discos y ganó hasta 19 Premios Grammy.
Uno de sus últimos trabajos fue el álbum Love For Sale que lanzó junto a Lady Gaga en 2021, artista con la que ya había colaborado en el epé Cheek to Cheek en 2016.
El cantante se mantuvo fiel y firme en su género, pese a los nuevos ritmos: “Cuando apareció el rap, o la música disco, o cualquiera que fuera la nueva moda del momento, no intenté encontrar algo que encajara con el estilo de toda la escena musical”, declaró Bennett a la revista cultural británica Clash.