Aunque su embarazo estuvo rodeado de mucho hermetismo y misterio, ahora Andrés Tovar y Maite Perroni han decido presumir a su pequeña hija, Lía. Y para presentar por primera vez al fruto de su amor, eligieron las páginas de una de las revistas de sociales de mayor renombre en el ámbito editorial, la revista Quién, de Grupo Expansión.
Ahí, Maite habló largó y tendido sobre los cambios que ha tenido su vida y hasta de cómo fue que iniciaron la búsqueda de nombre para su bebé, así como del duro momento del parto.
“Ese día estuvo lleno de emociones porque ya estábamos a la espera del gran momento, no sabíamos cuándo iba a suceder y originalmente íbamos a vivir un parto natural y esperamos a que se dieran las cosas. Llegamos a la semana 39, al día cuatro y Lía no terminaba de encajarse, empezaban las contracciones pero pasaba el tiempo y nada. De pronto, las circunstancias y el momento empujaron a que el doctor tomara la decisión de que fuera una cesárea para seguir adelante y que no hubiera ningún tipo de riesgo. Empezó la acción”.
Pero eso no fue todo, pues Andrés Tovar, quien nunca, o casi nunca, da declaraciones, también se animó a ser parte de la entrevista señalada y dijo lo feliz que se siente ante la llegada de su nueva bebé.
“Es la felicidad total y máxima. Por más que todo el mundo te diga que te va a cambiar la vida y que todo va a ser diferente, cuando tienes a la bebé en tus brazos te das cuenta que tu corazón se expande y tienes una capacidad incondicional de amar. Nos ha cambiado la vida, estamos muy felices”, dijo el productor.
De paso, Tovar contó que Lía nació muy rápido y lo sorprendió pues estaba dispuesto a esperar por horas y hasta iba ‘preparado’ con una playlist para aligerar las horas.
“A mí me habían dicho que esperara un rato afuera de la sala, que me iban a llamar. Llevaba una bocina y había preparado una playlist para el momento. Veo a Maite, le doy un beso, le pongo play a la música y llega el doctor a decirme que si quería conocer a mi hija. Pensé “¿cómo?, si apenas va la primera canción” [risas]. Fue muy rápido, pero verla y cortar el cordón fue increíble”.