Messi lo ha ganado todo, desde un par de “Champions League” hasta la “Copa del Mundo”, convirtiéndose en uno de los futbolistas más talentosos de la historia, incluso hay quienes lo catalogan como el mejor, por encima de su compatriota Diego Armando Maradona.
Y a pesar de la fama y el éxito que rodea a Lionel, nunca olvida a sus amigos, aunque eso implique interrumpir sus vacaciones, tal y como sucedió el pasado fin de semana cuando viajó a su natal Argentina para participar en el partido con el que Maxi Rodríguez dice adiós a las canchas.
El estadio “Marcelo Bielsa” fue la sede del emotivo encuentro, se trata de la casa del equipo “Newell 's Old Boys”, donde el 10 de la selección argentina dio sus primeros pasos en las divisiones inferiores.
Sin afán de restarle importancia a su amigo Maxi, Messi trató de pasar desapercibido antes de llegar al estadio, sin embargo fue imposible cuando ingresó al campo, donde fue presentado como un verdadero héroe.
La afición enloqueció, encendieron bengalas, se lanzó pirotecnia y los cánticos no cesaron, Messi se dejó querer por su gente, quien lo recibió en su regreso a “casa”.
“¡Messi tiene lepra, y Messi tiene lepra!”, sonó en todo el estadio, y aunque personas ajenas al equipo de Rosario, pudieran señalar la referencia como algo despectivo, no lo es.
“Leproso” es todo aquel hincha de “Newell’s”,y el apodo surge cuando en la década de 1920, el equipo debía enfrentarse en un partido a beneficio de una entidad que recaudaba fondos para el tratamiento de la lepra contra su rival de la ciudad, Rosario Central. El partido no se disputó porque Central no quiso jugar: de ahí les quedó el apodo de "canalllas" y a Newell´s el de "leprosos"
De tal modo que Messi puede decir que es profeta en su tierra y es que luego de negarse la oportunidad de levantar la tan anhelada copa del mundo, en Qatar 2022, por fin logró la hazaña y se ganó el respeto de sus connacionales.