Las esperanzas siguen puestas en los equipos de rescate de Estados Unidos que luchan contrarreloj para encontrar a Titán, el submarino de OceanGate que desapareció el fin de semana tras su expedición a los restos del Titanic, pero ¿cómo es este poderoso sumergible?
Pues como su nombre lo dice, está hecho de titanio y fibra de carbono, lo que lo hace que pese unos 10 mil kilos y puede sumergirse hasta los 4 mil metros de profundidad.
"Mediante el uso innovador de materiales modernos, Titán es más liviano y más rentable de movilizar que cualquier otro sumergible de inmersión profunda", indica la propia empresa.
Es una clase cíclope, es decir, sólo tiene un visor al frente que deja ver las maravillas del océano.
Tiene varias cámaras de alta resolución conectadas al exterior y que pueden mapear su entorno, estas mismas tomas las pueden ver los pasajeros en una gran pantalla digital y tabletas especiales.
Además de esto, Titán cuenta con unos tanques capaces de suministrar oxígeno por hasta 96 horas a sus cinco ocupantes, y todo se maneja con un control similar al de un PlayStation.
A pesar de esto es muy incómodo, mide 670 cm x 280 cm x 250 cm, es decir, los pasajeros deben estar sentados en el piso todo el tiempo y con poco espacio para moverse.
El baño está separado por una pequeña cortina, y el piloto tiene la obligación de poner música cada que alguien lo necesite.
Finalmente las paredes de la nave cuentan con calefacción para las bajas temperaturas que se llega a tener a cierta profundidad.