Este fin de semana Adele regresó a Las Vegas para retomar su residencia de conciertos y lo hizo con ganas de volver a hablar con su público. Entre las novedades y otras anécdotas que la cantante quería compartir con sus fans se encontraba una a la que nadie supo muy bien cómo reaccionar.
Según explicó con total naturalidad durante un momento del espectáculo, los ajustados vestidos que luce durante sus conciertos le han provocado una afección cutánea conocida comúnmente como tiña inguinal, que afecta a la parte superior de los muslos, las nalgas y el bajo vientre.
"Obviamente, cuando hago mis espectáculos llevo faja para que todo quede bien recogido. Y sudo mucho y no se va a ninguna parte. Así que básicamente me marino en mi propio sudor", aseguró para sorpresa de todo el mundo. "Y la verdad es que no sé por qué os lo estoy contando".
Puede que Adele supiera que estaba compartiendo demasiada información, pero no paró ahí. Puede que estuviera exagerando para conseguir unas risas extras, pero ella aseguró que estaba mucho más nerviosa de lo que esperaba antes de su primera noche tras tres noches de descanso y que su tránsito intestinal fue la primera víctima afectada.