Megan Fox saltó a la fama por su aparición de una de las películas de “Transformers”, y desde entonces su vida cambió por completo, dándole una exposición monumental basada en su belleza física más que en su talento como actriz.
Sin embargo, durante varios años, la famosa estrella de Hollywood ha tenido que lidiar con las críticas que abundan en redes sociales y aún peor, con un trastorno que provoca una percepción equívoca de su persona.
Hace tiempo, Megan reveló que tiene “Dismorfia corporal", un trastorno mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más defectos percibidos en la apariencia, o que parece menor o que no puede ser visto por los demás.
En una entrevista para un medio canadiense, la actriz explicó: “Tengo dismorfia corporal. Nunca me veo a mí misma de la forma en que otras personas me ven. Nunca hubo un punto en mi vida en el que amé mi cuerpo. Nunca jamás”.
Aunque Fox es considerada una de las actrices más bellas de la industria del entretenimiento, ella no se siente cómoda con su físico, un mal que le ha impedido llevar una vida equilibrada en medio de la fama que posee.
Con 36 años de edad, Megan sigue en un camino de autodescubrimiento para encontrar un óptimo estado de salud mental que le permita aceptarse como es y dejar de ver defectos donde no los hay.