En su más reciente edición, Vogue rindió un homenaje al reconocido diseñador Karl Lagerfeld, esto con una portada en donde la protagonista no es precisamente. Naomi Campbell quien figura junto a un impresionante gato de ojos azul y pelaje blanco que es, nada más y nada menos, que Choupette, la antigua mascota de Lagerfeld.
Choupette se convirtió en una celebridad gracias a las campañas publicitarias y los reportajes fotográficos con grandes figuras de la industria de la moda, desde Kendall Jenner a Linda Evangelista, y la adoración con la que el creativo de Chanel hablaba de ella en público. Desde su muerte no se había sabido demasiado acerca de su paradero, más allá de que había quedado al cuidado de Françoise, una de las dos ‘niñeras’ que se ocupaban de mimarla día y noche mientras aún vivía , pero parece que volveremos a verla muy pronto.
Ahora, el agente de la gata confirmó que la felina recibió una invitación para la gala del Met porque este año el exclusivo evento rendirá homenaje al Kaiser de la moda.
Choupette apareció por sorpresa en la vida de Karl Lagerfeld cuando su amigo íntimo y protegido, Baptiste Giabiconi, le pidió que la cuidara unos días.
El diseñador se encariñó de ella, no la dejó marchar y Giabiconi tuvo que buscarse otro gato. Lagerfeld sabía que en ocasiones podía resultar ridículo al tratarla como si fuera un bebé, y no le importaba lo más mínimo. También afirmó en varias ocasiones que había incluido a Choupette en su testamento y sería su principal heredera, aunque finalmente no fue así. Giabiconi lo confirmó en una entrevista al programa francés 'Sept à huit' de la cadena TF1, en la que afirmó que él era el principal beneficiario del vasto patrimonio de Lagerfeld que englobaba "propiedades inmobiliarias, obras de arte, sociedades, mobiliario".
Karl nunca gastó el dinero que el ejemplar de raza birmana ganó con su trabajo publicitario y lo guardó para que ella contara con su propia fortuna pasara lo que pasara.