La vida amorosa de Alma Cero ha estado llena de altibajos, como su sonado matrimonio fallido con Edwin Luna y su fugaz romance con René de la Parra quien la habría dejado por Verónica del Castillo.
Pese a tener adversidades no sólo en el amor, sino en su familia desde su niñez, la actriz valora las malas circunstancias por las que llega a atravesar para rescatar los valores del aprendizaje. Esta vez, la intérprete contó su vida para “El minuto que cambió de destino” y se sinceró sobre la historia que pocos conocen.
Alma Cero proviene de una familia conflictiva, su padre la abandonó a los 12 años mientras que su hermano le propinaba golpizas debido a su trastorno de bipolaridad, pero entre tantas tragedias, la famosa canalizó su dolor a través de la danza.
Luego de graduarse del CEA, la escuela de actuación de Televisa, Cero entró a uno de los proyectos más importantes de su carrera, se trata del programa de comedia “María de todos los Ángeles”, donde interpretó a Rosa Aurora y compartió créditos con el célebre Ariel Miramontes quien ya es conocido por su personaje de “Albertano”.
En un inicio, la bailarina sintió demasiada atracción por su compañero, pues de inmediato admiró su talento además de su físico, al grado de catalogarlo como “su amor platónico”.
"Él me gustaba a mí porque miren tiene bien bonitas sus facciones", bromeó. "Es un encanto y aparte me enamoró del talento, entonces siempre lo vi tan talentoso que fue mi amor platónico muchos años", detalló.
No obstante con el paso del tiempo, el cariño y enamoramiento que pudo llegar a tener se convirtió en una entrañable amistad, es por eso que Alma Cero hoy define a Ariel Miramontes como su segundo hermano, pues la vida le impidió llevar una buena relación con su primer consanguíneo, y debido a ese conflicto, abandonó su casa a la edad de 15 años. "La vida me dio otro hermano, que es Ariel Miramontes", destacó.