Aunque actualmente muchos famosos se han declarado abiertamente bisexuales, homosexuales o de género fluido, las cosas no siempre fueron así de simples. Y para muestra, Miguel Bosé, quien en su más reciente aparición en el programa español ‘El Hormiguero’, dejó claro que no calló por gusto sus preferencias, sino más bien por una ‘censura’ de la época en la que catapultó su carrera.
Con una sorprendente franqueza, Bosé abrió el tema y reconoció que mantenía sus preferencias ocultas más por peticiones de sus mánagers que incluso por su familia, en donde no tenía que esconderse.
"En mi casa no había ese tipo de problemas, pero en la discográfica no querían que lo dijera. En aquella España todavía esas cosas no se podían hablar abiertamente. Era un suplicio. Yo cuando salía los viernes siempre pillaba cacho, ya fuera de un lado o de otro. Al final tenía que mentir. Viví mucho de espaldas a mí mismo, pero me decían que tenía que fingir. Era horrible, pero bueno, eso también enseña", ha confesado en su conversación con Pablo Motos, con el que también ha hablado sobre el cambio que experimentó progresivamente su, en principio, tensa relación con su papá.
"Mi relación con mi padre era mala al principio. No me quería, pensaba que yo no era un heredero digno y me trataba feo. Pasado el tiempo, forcé yo el encuentro y ahí descubrí un hombre que no se correspondía para nada con el que había conocido. Era un hombre con una ternura increíble, de una calidez increíble, divertido hasta más no poder, un hombre brillante, rápido. Era fascinante", confesó.