Pink se ha ganado un lugar privilegiado en la industria de la música, sin embargo el camino no ha sido sencillo y así lo dio a conocer en una entrevista que concedió hace un par de días.
Una de las confesiones más crudas de la cantante tiene que ver con la maternidad: “Tener una familia era muy importante, hacer música no era suficiente para mí, estaba sola, es un negocio muy solitario”.
A pesar de sus ganas por ser mamá, amigos y colegas de Pink le recomendaban posponer esta etapa de su vida, pues de otro modo su carrera se vería truncada.
Como era de esperarse de una mujer decidida como Pink, no tomó el consejo y formó una familia junto a su esposo Carey Harton, con quien procreó dos hijos: Sauce de 11 años y Jameson de 6.
Al formar una familia, la vida de Pink mejoró, al igual que la percepción que el público tenía de ella.
“Todos somos mucho más complejos que todo eso, pero cuando tuve un hijo, creo que me suavizó con el mundo, la parte que no me entendía. Fue cuando comenzó mi carrera, de verdad. Hice muchas cosas antes, pero cuando realmente comencé a entenderme a mí mismo y a entender el mundo y mi lugar en él”, añadió.