Es bien sabido que Rusia es uno de los países más controversiales con su posición sobre la comunidad LGBT+, y ahora ha quedado más claro con sus nuevas restricciones.
Según informó la BBC, el Tribunal Supremo de Rusia declaró oficialmente al movimiento LGBT+ como una organización extremista.
“Prohibió cualquiera de sus actividades en todo el país a raíz de un proceso impulsado por una moción del Ministerio de Justicia”, indicaron.
El juicio fue a puerta cerrada, sólo se permitió la entrada de algunos periodistas, y con esto se incita más a que su sociedad no reconozca ni las relaciones, ni el matrimonio, entre personas del mismo sexo.
Pero ¿qué pasará ahora?
Según indicó Sergei Troshin, diputado municipal en San Petersburgo, las cosas serán más agresivas contra los activistas.
“Creo que esto significará que cualquiera que el Estado considere activista LGBT podría recibir una larga pena de prisión por ‘participar en una organización extremista’...Para el organizador de un grupo así, la pena de prisión será aún mayor”, aseveró el funcionario que se declaró homosexual el año pasado.
Hasta el momento la comunidad internacional no se ha pronunciado al respecto, pero sin duda esto es un tremendo golpe para los derechos humanos en aquel país.