El Feng Shui se basa en una filosofía chica que apareció hace más de 3 mil años y busca el equilibrio de la energía a través de la distribución y orientación de los espacios en los que desarrollamos nuestras actividades cotidianas, por lo que podemos valernos de estas técnicas para acumular energía positiva.
Lo primero que tienes que saber es que Feng Shui se traduce literalmente como “viento y agua”, pues antiguamente estudiaba los cambios que se producían en el clima, los astros y la naturaleza, para saber cómo afectaban a la energía vital o chi de las personas.
En algún momento de la historia, el Feng Shui llegó a ser exclusivo de las clases altas de la sociedad, quienes aplicaban sus principios para la construcción de palacios y tumbas, pero actualmente todos podemos encontrar valiosa información para hacer de los espacios de nuestras casas sitios con energía positiva.
Si lo que estás buscando es crear un ambiente libre de estrés en casa te podrían ayudar algunos de los siguientes consejos:
-Ventanas despejadas: Las ventanas son nuestras mejores aliadas en momentos de ansiedad de acuerdo al Feng Shui, nuestra mente se puede sentir atrapada si no tenemos una visión despejada y panorama claro.
-Muebles y estanterías ordenadas: No descuides las estanterías, mesas, muebles, libreros o cualquier otro mueble que tengas en el estudio, todo debe de estar en orden. El ruido visual puede hacernos entrar en un estado de alteración y nuestra mente no podrá luchar contra el estrés que esto genera.
-Colores claros: En el Feng Shui, los colores con representación de elementos básicos y los tonos claros siempre irán asociados a la relajación, elegir colores pastel o aqua nos dará una sensación de relajación.
-Espejos: Estos elementos son muy populares, pero hay que tener cuidado, tener demasiados en casa nos generará un desgaste energético, además de provocar obsesiones al vernos constantemente en el reflejo.