El pasado miércoles 22 de noviembre se cumplieron sesenta años del homicidio de John F. Kennedy en Dallas, un acontecimiento que marcó la historia política y social de Estados Unidos.
El entonces presidente de la Unión Americana estaba acompañado por su esposa Jackie Kennedy, quien sujetó el cuerpo inerte de su marido que fue impactado por dos balas. El impactante suceso quedó filmado y retratado para la posteridad, convirtiendo el ensangrentado traje rosa de la Primera dama, en un símbolo.
De acuerdo a los periodistas de la época, Jackie no se quitó el traje sastre de color rosa hasta el día siguiente cuando llegó a la Casa Blanca. Las prendas fueron dobladas y guardadas en una caja que posteriormente se le entregó a la madre de la viuda, Janet Lee Auchincloss.
El traje nunca fue limpiado y actualmente se encuentra en un lugar secreto de los Archivos Nacionales de Estados Unidos. Se sabe que la prenda está bajo custodia en un espacio con cuidados especiales, que incluyen cambio de aire seis veces cada hora para evitar su deterioro.
Cabe mencionar que a petición de Caroline Kennedy, única heredera del matrimonio, el traje no volverá a mostrarse al público al menos hasta el año 2103, esto para no deshonrar la memoria de sus padres.