Con el estreno de “El Exorcista: Creyentes”, los fanáticos del cine de terror recordaron el largometraje protagonizado por Linda Blair: “El Exorcista”, considerado por los críticos como uno de los mejores trabajos del género.
Pero tras el éxito mundial del filme, Linda Blair tuvo una vida problemática que algunos le adjudican a la maldición de “El Exorcista”. Y todo inició durante el rodaje de este clásico, pues se suscitaron varios accidentes. De hecho, Linda tuvo problemas en su columna después de que su cama motorizada la catapultara contra el suelo.
Blair tenía sólo 13 años cuando protagonizó la película que la catapultó a la fama, y dos años más tarde, es decir, a los 15, sostuvo un romance con un actor una década mayor que la adolescente.
Más tarde se relacionaría con el guitarrista de Lynyrd Skynyrd y fue durante una redada policial que Linda fue acusada de posesión de anfetaminas y cocaína. Tuvo que cumplir tres años de libertad condicional y hacer campañas públicas sobre el peligro de las drogas.
A la secuela de “El Exorcista” no le fue nada bien, de hecho fue cruelmente rechazada y a Linda no le llegaban papeles para. Prolongar su carrera como actriz, hecho que la sumió en depresión hasta ingresarla en una institución mental.
En 1981 inició un romance con Rick James, famoso músico adicto al crack y a las orgías. Linda fue víctima de violencia doméstica, sin embargo lo que terminó con su relación fue el abortó que se realizó sin avisarle a Rick.
En un desesperado intento de retomar su carrera, Linda posó para Playboy, pero no fue suficiente para volver a las grandes ligas de Hollywood, pues se mantuvo en producciones de serie B y contenidos de poco renombre.
Linda decidió alejarse de los reflectores e invertir sus ahorros en una organización sin fines de lucro dedicada a rescatar y rehabilitar a los animales abandonados. Asimismo, escribió un libro sobre veganismo y creó su propia línea de ropa.