Seguramente has notado que cuando llega la temporada de frío hay más casos de gripe, resfriados y otras enfermedades respiratorios, por eso es muy común creer que las bajas temperaturas hacen que nos enfermemos, pero esto no es del todo cierto y tiene una explicación científica.
Lo que realmente nos enferma no es el frio, sino una combinación de factores que desencadena el clima seco y frío, que en conjunto con bajas defensas provocan malestar y desarrollo de enfermedades.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) aunque existen muchos virus respiratorios que ocasionan el resfriado común, los rinovirus son el desencadenante más común del flujo nasal. Los rinovirus también pueden provocar ataques de asma y se han relacionado con infecciones de los senos nasales y del oído, pero como tal no es el frío el que nos enferma.
La temperatura simplemente ayuda a que los virus puedan reproducirse más fácilmente, lo mismo ocurre con el aire seco, además el clima puede provocar que la gente pase más tiempo en interiores, haciendo más fácil que los virus se propaguen por tratarse de espacios cerrados.
“Somos más proclives a permanecer encerrados durante esta época del año, muy cerca de quienes ya están enfermos”, señaló Michael L. Munger, médico familiar en un correo divulgado por ‘The New York Times’.
Por otra parte, la calefacción en el hogar también influyen en la salud, pues reseca los senos paranasales haciendo más fácil la entrada de virus, pues el flujo nasal normal ayuda a que el sistema inmunitario combata el virus.
También hay algunos estudios aislados de laboratorio que sugieren que tener frío podría debilitar el sistema inmunitario, haciéndonos más vulnerables a esos virus.
Es importante destacar que no es el frío en sí lo que causa enfermedades, sino más bien la combinación de estos factores que pueden aumentar la probabilidad de enfermarse.