Tener una mascota implica una gran responsabilidad y lo que pocos saben es que la educación también es primordial. En este caso hablaremos de los perros y tener uno bien entrenado, es útil para resolver problemas de comportamiento.
No necesitas ser un experto en el tema, aunque si tu peludo es muy inquieto, puedes acudir con uno. Pero si es dócil, aquí te compartimos un par de tips para que aprendan órdenes básicas.
¡Sentado!
Este es uno de los comandos de obediencia más fáciles para enseñar a un perro, así que es una buena opción para empezar.
Mantén una golosina para perros, puede ser una galleta o un trozo pequeño de pechuga de pollo asada, cerca de la nariz de tu mascota. Mueve la mano hacia arriba, permitiendo que su cabeza siga la golosina, haciéndole sentarse.
Una vez que esté sentado, dile “Sienta”, luego “Muy bien” y dale la golosina y un cariñito.
¡Ven aquí!
Este comando puede evitar muchos problemas a tu perro, trayéndolo de nuevo a ti si te va la correa o si accidentalmente dejas la puerta abierta.
Ponle una correa y un collar, aléjate de él sujetando la correa, bájate a su altura y di: “Ven”, mientras tiras suavemente de la correa. Cuando llegue a ti, recompénsalo con afecto y una galleta.
Una vez que lo haya dominado con la correa, sácala y practica el comando en un área segura.
¡Échate!
Este puede ser uno de los comandos más difíciles en adiestramiento de obediencia, porque esta posición es una postura sumisa. Puedes ayudar el proceso manteniendo en entrenamiento positivo y relajado, sobretodo con los perros temerosos o ansiosos.
Usa su golosina favorita y mantenla en tu puño cerrado. Pon tu mano hasta el hocico de tu perro. Cuando huela tu mano, muévela al suelo, para que la siga.
A continuación, desliza tu mano por el suelo delante de él para estimular su cuerpo a seguir su cabeza. Una vez que esté en la posición tumbado, di “Échate”. Dale su golosina y mucho afecto.