Todo comenzó cuando el doctor Sascha Jovanovic decidió poner en renta su casa en la ciudad de Brentwood, California, Estados Unidos, en septiembre de 2021. Fue entonces que apareció Elizabeth Hirschhorn que pidió alquilarla por Airbnb en la modalidad de largo plazo.
El acuerdo era habitarla durante seis meses a cambio de un costo de 105 dólares por noche. Sin embargo, tiempo después, se negó abandonar el inmueble, y empezaron los problemas.
Y es que el dentista anfitrión alega que la estadía debía terminar en abril de 2022, sin embargo la mujer se rehúsa a abandonar el inmueble.
Conocida ahora como “inquilina del infierno”, Hirschhorn, vive sin pagar el alquiler desde entonces y se niega a concluir su estadía, tras haber permanecido ahí más de 540 días, ella ahora exige 100.000 dólares para desalojar la propiedad.
El propietario de la finca en las colinas de Brentwood, relata que no puede entrar a su propiedad y con la certeza de que "estará a salvo si hay en el lugar viviendo una persona hostil”, expresó recientemente.
En un video obtenido exclusivamente por Daily Mail muestra el primer vistazo de Elizabeth Hirschhorn dentro del Airbnb de Brentwood en el que ha estado ocupada durante 18 meses.
"Janovich afirma que Hirschhorn, de 55 años y graduada de Harvard, le debe 60.000 dólares en concepto de alquiler impago por los 552 días que ha vivido sin pagar en su casa de 3,5 millones de dólares", citó el diario.
“Compartían el té”
Tras decidir alquilar su pequeña casa de huéspedes, Jovanovic de 61 años, aceptó extender la estadía de la inquilina en septiembre de 2021, pero no sabía lo que estaba por ocurrir.
El problema inició, al parecer, cuando la mujer se quejó del mal funcionamiento de las persianas eléctricas, además de que había "moho" en la cocina, a cinco meses de que llegó a la vivienda en alquiler
Para atender “los inconvenientes”, el médico le ofreció a su inquilina el pago de algunas noches en hoteles de la zona mientras arreglaba los desperfectos en el espacio alquilado. Sin embargo, ella se negó.
Según citó el afectado, al principio ambos se llevaban bien, incluso compartían té y conversaban, pero hubo ciertas señales de advertencia que pasó por alto.
Y es que además de batallas legales pasadas que la involucraban, otro anfitrión de Airbnb había publicado una reseña en el perfil de Hirschhorn que decía: “(Ella) tenía muchas necesidades particulares que no pude satisfacer”.
El insólito caso llegó a los tribunales y un juez dictaminó que el dentista no podía sacar a la problemática mujer. ¡Pero cómo! “Es la casa del inquilino hasta que el propietario reciba una sentencia, por desagradable que sea para su cliente”, indicó la autoridad del condado.
Otro de los problemas fue que el anfitrión del lugar no contaba con los permisos del estado de California para poner en alquiler su lujoso inmueble, lo que encendió las alertas en este tipo de transacciones para turistas y el caso se volvió viral.
Mientras la resolución y contra-demandas avanzan, la "inquilina del infierno” -como muchos en las redes sociales la llaman-, sigue en la casa del dentista, una nueva audiencia se ha fijado para el 6 de noviembre, según reveló el periódico británico este martes.