La manera en la que actúa el cuerpo humano para defenderse es asombrosa, y ahora un caso insólito en Rusia ha dejado sin palabras a la comunidad médica.
Y es que fueron unos radiólogos de la Isla de Sajalín quienes encontraron algo que jamás habían visto en el cerebro de una mujer de 80 años de edad: tenía entrerrada una aguja.
El artefacto médico de unos 3 centímetros de longitud estaba incrustada sin molestar a la abuelita, por lo que le hicieron más estudios para determinar cómo había llegado ahí.
Tras los resultados los médicos indicaron que el objeto llevaba ahí prácticamente toda la vida de la paciente, quien habría nacido cerca del año 1940, aunque esto también sería señal de algo malo, y es que tal vez fue un intento de infanticidio.
Y es que para esos años, exactamente durante la Segunda Guerra Mundial, las personas ya no querían tener hijos por las faltas de oportunidades y la hambruna que arrasaba en las regiones, por lo que decidían asesinar a sus hijos sin que nadie se percatara.
Debido a que la aguja no ha causado ninguna molestia a la abuelita, los especialistas decidieron dejarla ahí, pues no compromete su vida y sacarla sería todo lo contrario. ¿Así o más afortunada?