Ser hija de un Rey no es cosa fácil, y menos si se trata de la única descendiente de Elvis Presley, un ícono de la música. Crecer a su sombra es algo con lo Lisa Marie tuvo que lidiar hasta el día de su muerte.
Desde que nació, la también cantante tuvo que lidiar con una serie de ausencias, desde la de su padre hasta la de su hijo, quien se quitó la vida a los 27 años de edad.
Fue en 2020 cuando Marie Presley se despidió para siempre de su hijo Benjamin Keough, este suceso la marcó de por vida y le dejó un profundo dolor con el que nunca pudo lidiar, incluso se alejó de la vida pública hasta días antes de su fallecimiento.
Benjamin fue hallado sin vida en casa de la familia Presley tras haber ingerido distintas sustancias después de una pelea con su pareja.
“Es algo que tienes que llevar contigo el resto de tu vida, a pesar de lo que la gente o la cultura nos quiera hacer pensar. No lo superas, no pasas página", dijo Liso Marie en una entrevista.
La hija de “El Rey” sentía culpa por la muerte de su hijo, quien había entrado en rehabilitación hasta en tres ocasiones. Este remordimiento le impedía tener una vida normal, por lo que trató de ocultarse del ojo público hasta que apareció el pasado martes 10 de enero en la entrega de los Globos de Oro.
A Lisa Marie le sobreviven tres hijas: Riley Keough de 33 años y las mellizas Finley y Harper de 13.