Gaby Rivero, reconocida actriz de telenovelas desde la década de 1980, sorprendió al revelar que tuvo un acercamiento con Sylvester Stallone en una visita que tuvo en México.
La protagonista de “Carrusel”, confesó todo en el programa ' El minuto que cambió mi destino”, todo comenzó cuando ella estaba muy triste porque su novio de aquel entonces se mudó a Estados Unidos para estudiar.
"Lo estaba entrevistando Jacobo Zabludovsky, que en ese entonces era mi profesor porque me daba clase de noticieros. Yo dije: 'agarro el coche y me voy a Televisa Chapultepec a que me lo presenten', no me iba a dar tiempo porque era en vivo, entonces empecé a buscar en el periódico y vi que había una carrera en donde él iba a premiar al ganador en Chapultepec, yo dije: 'ese lugar no es apto'", contó la famosa.
Rivero hizo todo lo posible por investigar la agenda del actor de Rocky, hasta que vio como una opción llegar a una conferencia que él estaría dando en el famoso hotel Camino Real.
"Le dije a mi hermana Lourdes, porque yo no hablaba bien inglés: 'ven por si puedo hablar con él que tenga una traductora' y conseguí un chofer para que llevara a sus hijos chiquitos al kínder y ahí vamos", narró.
La histrionisa confesó que logró colarse a la conferencia haciéndose pasar por una reportera de Televisa y su hermana como mánager, posteriormente Stallone solicitó que ambas mujeres comieran con él.
"Entré y cuando lo vi, yo no sé cómo me habrá visto, pero mi corazón me hizo así. Me vio y me mandó al guarura para decirme si quería comer con él... Subimos a una suite que él tenía e íbamos a comer en Le Fouquet's que es un restaurante que tiene privados en El camino real", prosiguió.
Sin embargo ante la euforia de los fans, Gaby de 16 años y Sylvester, de 35, no pudieron salir al restaurante, por lo tanto decidieron pedir el servicio a la habitación.
"Se puso histérico y dijo que nunca fuera famosa, que tu mundo se reducía a cuatro paredes, enojadísimo. Y pidió room service, ahí estábamos con mi hermana, la secretaria y sí, sí lo besé", confesó.
"Besa muy bien, muy recomendable, con todo y su boquita chueca, sí porque tuvo parálisis. Fíjate que me decía si llovía no se iba porque él le tiene pavor al avión cuando llueve y entonces como había una tormenta tremenda esa tarde me dijo: 'si sigue lloviendo no me voy a ir, pero si no llueve me regreso' y yo pidiéndole a Tláloc que lloviera para verlo otra vez, pero sí se regresó", lamentó.