Lis Vega se ha caracterizado por ser profesional y admirada por su escultural figura, sin embargo sus problemas con las drogas la llevaron a tocar más que fondo.
La ahora participante de 'Las estrellas bailan en Hoy' fue entrevistada por el periodista Gustavo Adolfo Infante en su programa 'El minuto que cambió mi vida', en donde se abrió como nunca.
"Yo creo que la adicción más fuerte para mí no fue la cocaína, la adicción más fuerte para mí fue el apego a las personas. Siempre el entrar a una sociedad, el querer ser aceptada, el estar a lado de hombres que eran tóxicos para mi vida y seguir aferrada", contó.
Y es que la vedette tuvo problemas también con el alcohol, pues indicó que su padre sufría de esta enfermedad, y ella sólo terminó por replicar todo para olvidarse de sus problemas.
"Por la enfermedad del alcoholismo de mi papá, por eso yo traía todos estos patrones...llegué también a ser alcohólica y drogadicta, llegué a tener todas estas cosas que logré entender, él era el ejemplo más cercano que yo tenía pero al final su misma enfermedad fue la que me orilló a mí a buscar este tipo de bastones para evadir lo que yo estaba haciendo", remarcó.
La cubana dijo que la cocaína estuvo con ella "por etapas" pero que actualmente se encuentra libre de estas sustancias, "imagínate ahorita a los 43 años meterme yo en esa historia, cuando lo que quiero es estar bien guapa y bella", dijo entre risas.
Aunque aseguró que para llegar a esta plenitud tuvo que morir y renacer, más allá de tocar fondo, pues a veces sólo te concentras en lo superficial y no en el interior.
"Yo digo que me he muerto muchas veces en vida y he vuelto a nacer, no solamente he tocado fondo, me morí y renací…la evolución viene de adentro y cuando nos preocupamos tanto por cómo nos vemos, más que por cómo nos sentimos ahí es nuestro problema", puntualizó.