Además de generar polémica por sus pleitos mediáticos con famosos, Alfredo Adame también dejó ver otra de sus facetas y es en el amor, pues recientemente se le vio muy cariñoso con la ex participante del reality “Enamorándonos” Magaly Chávez.
Tal evento generó incertidumbre por saber si el actor ya estaba con una pareja formal luego de su escandaloso divorcio de Marypaz Banquels; y aunque él mismo dijo que se trataba de una simple amiga cariñosa, ahora cambia de parecer y expresa sus deseos de llegar al altar con ella pese a que todavía no son novios.
El polémico famoso reveló en una entrevista con la periodista Matilde Obregón, que la guapa mujer 28 años menor que él podría ser su tercera esposa e incluso expresó su deseo de volver a ser padre.
“Enamorado ya estoy y yo corro los riesgos. ¿Casarme y tener hijos? ¡Claro que sí! Lo hemos platicado y ella dice que quiere tener hijos y se quiere casar”, dijo a la comunicadora frente a su enamorada.
Para Adame de 63 años, Magaly es una mujer con clase y reúne todos los requisitos que él pide para una nueva pareja además de que la conoce desde hace cinco años cuando asistió a TV Azteca para realizar unas menciones donde la vio por primera vez en el foro del concurso de parejas.
“Yo le dije ‘oye, ¿por qué no me das tu teléfono? Ya sabes, a lo mejor para una obra de teatro’. Fue el viejo y conocido truco de decirle que la haré famosa. Pasadas dos semanas le hablé por teléfono y le pregunté qué iba a hacer”, comentó.
Obregón cuestionó a la influencer sobre empezar una relación sentimental con uno de los hombres más polémicos, famosos y temperamentales de la farándula que ha arremetido contra las mujeres con las que tiene un romance a lo que ella dijo que no le da miedo ser la novia de Alfredo pues le ha tocado ver otra faceta del conductor y se aleja mucho de lo que dice la opinión pública. “Conmigo ha sido un caballero”, sentenció.
La nueva pareja expresa que aún falta por conocerse más en el ámbito romántico para formalizar la relación aunque ya se han dejado ver juntos en público, pero ahora prefieren esperar ya que sus agendas de trabajo también están saturadas.