Después de una fructífera carrera con PXNDX, José Madero logró consolidar su faceta como solista, una hazaña que no se ve todos los días, ya que son pocos los artistas que salen de un proyecto exitoso para triunfar en solitario.
Fue la confianza en su talento y el empeño que puso en sus canciones, la clave para que el cantautor regio llenara auditorios y arenas, sin embargo no permite que la fama lo deslumbre, incluso reconoce que tiene la perspectiva de que su carrera apenas empieza y está lejos de llegar a la meta.
Este año se presentó en el Auditorio Nacional con gran éxito, no obstante ahora buscará subir al siguiente nivel rompiendo sus propios límites, por lo que actuará por primera vez como solista en la Arena Ciudad de México el próximo 4 de febrero.
“Giallo Fantastique Tour II” es el nuevo show de José, con quien tuvimos la oportunidad de platicar para conocer a detalle su percepción del éxito, el cómo lidia con la soledad y si volvería a ser el acto abridor de Blink-182 ahora que regresaron.
¿Eres consciente del momento que vives como artista?
Si hablas de que la gira va bien y que va mucha gente a los shows, claro sí soy consciente más no dejo que me abrume, no siento que ya terminé, que ya gané, para nada, es una motivación para seguir lanzando material, hacer giras, tratar de tocar en lugares que no he tocado.
¿Es complicado no dejarse cegar por la fama?
Al principio sí, cuando era joven. Cuando el éxito y la fama te alcanzan siempre te agarran desprevenido, allá en el 2004, 2005, sí me agarró desprevenido, hubo sucesos o cosas que manejé mal, pero ya tengo una carrera de 22 años y ahorita estoy teniendo cierto éxito, lo estoy manejando con madurez, tengo 42 años.
¿Es difícil encontrar el equilibrio entre el bienestar emocional y el profesional?
Es lo recomendable, lo más sano, si estás bien bien en lo personal, se refleja en los profesional.
¿Tu faceta de escritor y compositor se complementan?
Es un buen complemento la de escritor para la de compositor, es una cosquilla que traigo de repente, la rasco escribiendo, no disfruto tanto la escritura, disfruto más el haberla escrito, siempre es bueno una diversificación.
¿Cómo lidias estar ante un auditorio de 10 mil personas y luego enfrentar la soledad de un cuarto de hotel?
Es bien difícil, trato de que no suceda, siempre que acaban shows nos vamos al hotel, trato de juntarme con los de la banda, con algunos del staff, vamos a un cuarto a tomar, ahí la transición es mucho más tranquila, estoy con gente, estamos tomando, diciendo estupideces y cuando veo que estoy bien, que estoy tranquilo, ya me puedo ir solo.
¿Mantienes las motivaciones que te acercaron a la música?
Mi motivación siendo adolescente era que me pelaran las niñas, ahorita no hay nada de eso, suena a cliché, pero el amor al arte, el amor a la música es lo que me tiene aquí, me gusta mucho lo que hago.
¿Vas a terapia psicológica?
Ya va un rato que no por flojera.
¿Te gustaría ser telonero de Blink-182 como lo fuiste con PXNDX?
No creo que sea buena idea. Pero el destino nos juntó, tocamos el mismo día en Pa’l Norte, no sería telonero de ellos, no tocamos el mismo tipo de música, prefiero tener un show propio, estoy muy viejo para andar abriendo conciertos.
Fue muy importante en su momento abrirle a Blink, la gente no dimensiona lo importante que fueron para mi carrera esos shows, o sea, ya no existía PXNDX para cuando nos contrataron, nos juntamos otra vez para seguir.