Después de una larga espera para la resolución de su caso en un juzgado de Miami, Pablo Lyle finalmente fue sentenciado a estar en prisión. Y aunque todavía no se determina la cantidad de años que pasará tras las rejas, es un hecho que será privado de su libertad.
Es por eso que este martes 4 de octubre, día en que se realizó el juicio del caso por homicidio involuntario, el actor mexicano tuvo que decirle adiós a su familia.
Luego de darse a conocer ocer la resolución, Lyle vivió uno de los momentos más emotivos de las últimas semanas, pues recibió todo el cariño y afecto de su familia en un gran abrazo.
Tras ser declarado culpable, el actor fue esposado y tendrá que esperar su condena que se estima entre 9 y 15 años. Su esposa Ana Araujo no pudo contener las lágrimas y romipió en llanto, mientras que su cuñado, quien conducía el auto el día del altercado, también se acercó para despedirse.