La ola del calor previa al verano nos ha sorprendido a muchos no solo en la Ciudad de México, sino en distintas partes del país. Y el calor no solo produce incomodidad por el exceso de sudor o por el riesgo de una posible deshidratación, sino que también puede causar estragos en nuestro estado de ánimo.
Desde la perspectiva de la medicina ancestral Ayurveda, proveniente de India y practicada desde hace más de 5000 años, “similar aumenta similar, todo se cura por fuerzas contrarias.” Pareciera un obviedad que lo contrario al calor sea el frío, pero ¿cómo podemos implementar este principio en nuestro estilo de vida.
Empecemos por la alimentación y aquello que es preferible no ingerir:
- El chile.
- Las especies como el romero, el ajo, la cebolla, el jengibre seco.
- Las bebidas calientes, el alcohol y alimentos grasosos.
- Las salsas picosas.
Todo esto aumenta la cualidad de calor en nuestro organismo e incrementan las emociones de ira, enojo, odio, competitividad, agresividad, impaciencia y celos. A nivel físico, estos alimentos, bebidas y sustancias en el verano, pueden agravar malestares estomacales como colitis, gastritis, migrañas y acidez entre otros síntomas. Por eso, hay que evitarlos o reducirlos durante el verano.
¿Qué hacer entonces? Preferir alimentos y bebidas de cualidad refrescante:
- Agua de coco, sandía, melón, mango, papaya, lechuga, hinojo.
- Especies como hierbabuena, toronjil y manzanilla.
- Está es la temporada para prepararte una deliciosa ensalada. A mi me encanta agregarle lechuga, espinaca, betabel y zanahoria rayada, aceitunas, aguacate.
- También puedes preparar un litro de te de menta, agregar hielos y tomártelo durante el día como agua de uso o inclusive tranquilizar las emociones con una nieve de limón o una paleta helada.