1) Beber al menos dos litros de agua diariamente, incluso entre comidas, y a sorbos pequeños.
2) Acompañar, siempre, las comidas con verduras.
3) Optar por los alimentos crudos, porque además de ayudar a quemar más calorías, sacian más.
4) Olvidar las comidas fritas, y cocinar al vapor, a la plancha o con microondas.
5) Comer despacio y masticar cada bocado.
6) Cuando “ataque el hambre”, tener a mano una fruta de estación.
7) Desterrar las carnes saladas, curadas o ahumadas, los embutidos y quesos salados, el pan y las galletitas con sal, las bebidas gaseosas y los condimentos como mostaza, mayonesa, salsa golf y kétchup.
8)Practicar diariamente alguna actividad física.
9) Desarrollar una dieta variada y equilibrada, sin abusar de los alimentos hipercalóricos e insanos.
10) Tomar conciencia que el proceso es lento. Las dietas rápidas que prometen la pérdida de muchos kilos a la semana, con el tiempo producen problemas de salud y suelen recuperarse los kilos perdidos.
11) Evitar las grandes cantidades de sal. lPara condimentar las comidas, optar por el aceite de oliva y las especias.
12) No obsesionarse con la balanza.
13) No picar entre horas. 13)
14 )Limitar el consumo de alcohol