La Clorofila es una sustancia que se encuentra en plantas y otros vegetales la cual es la responsable de la absorción de la luz solar para que dichos organismos puedan tener energía.
Una planta o verdura que contenga clorofila siempre tendrá una tonalidad verde, de esta manera podremos saber cuál consumiremos y así obtener los diversos beneficios de esta sustancia.
El alimento más rico en clorofila es la espinaca, aunque hay que recordar, que la elevada cocción de los vegetales, elimina casi por completo la clorofila y otros nutrientes, por lo que se recomienda comerlos casi crudos.
¿Qué beneficios obtengo con la clorofila?
Este nutriente exclusivo en hojas verdes son una fuente de grandes ventajas para el organismo, incluso previene el cáncer ya que ataca sustancias cancerígenas como la aflatoxina B1, de acuerdo con un artículo de North Carolina Department of Agriculture and Consumer Services.
Otros de sus puntos a favor son:
-Purifica la sangre y el organismo limpiándose de toxinas.
-Desintoxica el hígado.
-Limpia los intestinos.
-Ayuda a combatir la anemia.
-Ayuda a rejuvenecer y energizar el cuerpo.
-Estimula el sistema inmunológico.
-Contrarresta la sinusitis y la picazón de la piel.
-Normaliza la presión arterial.
-Elimina los hongos del cuerpo, combate el mal olor y el mal aliento debido a su contenido de magnesio.
¿Cómo puedo tomar clorofila?
Además de ingerirla a través de los vegetales ya sea espinaca, berros, acelgas, espárragos, pimiento, lechuga o cilantro, existe la presentación líquida que puedes encontrar en farmacias naturistas.
Algunos expertos recomiendan que si se toma clorofila en líquido, se diluya una dosis de 5 ml en 250 ml de agua pura. Esta mezcla la puedes tomar en ayunas o dosificarla a lo largo del día, antes o después de las comidas.